Gareca, pereza total y explicaciones paupérrimas
Al DT no le importa lo que los jugadores hagan en sus clubes. Y peor aún. Si un jugador anda mal en su equipo, da igual, total jugó bien hace tres meses en un partido de la Roja.
La derrota de Chile ante Argentina estaba en cualquier pronóstico, de eso no hay duda, pero lo que irrita es la tozudez de Ricardo Gareca.
Fabián Hormazabal, por ejemplo, brilló en la Copa Libertadores, ante equipos de primer nivel y el DT lo dejó en la banca. Su explicación para este y otros casos fue aún peor: “Yo me fijo más que nada en el último rendimiento en la Selección. A veces pueden bajar el rendimiento en los equipos, pero muchas veces es por una cuestión táctica que pasan a ser suplentes. A mí me interesa lo que han dado en la Roja”, dijo. Impresentable.
O sea, al DT de la Selección no le importa lo que los jugadores hagan en sus clubes. Y peor aún. Si un jugador anda mal en su equipo, da igual, total jugó bien hace tres meses en un partido de la Selección.
Igual su argumento tiene lógica, porque nunca va al estadio a ver en terreno a los futbolistas y, seguramente, no observó ni por TV los partidos de la U en el certamen internacional.
Y lo de Hormazábal va aparejado con la situación de Felipe Loyola. El ex Huachipato es el mejor volante mixto del torneo argentino, pero Gareca insiste en ubicarlo como lateral derecho.
“Acepto cualquier análisis o crítica sobre esto, nuestra intención era sostener algo que creíamos venía siendo bueno (su rendimiento como lateral). Lo corregimos en el segundo tiempo y el equipo mejoró”, dijo. Pero claro, esa corrección no debe ser vista como una brillantez del entrenador. Simplemente hizo lo lógico. No había que ser un genio ni saber demasiado de fútbol.
Le quiso dar cabida en el medio a Arturo Vidal, quien pese a lo que representa, no pasa por un buen momento en Colo Colo. Eso es algo evidente, pero ya sabemos lo que pasa cuando no se miran con detención los partidos del Torneo Nacional.
¿Más argumentos que grafiquen la pereza de Gareca? Llamó a Igor Lichnovsky, sin minutos desde agosto del 2024... ¡10 meses! ¿No sabía de su situación? ¿No estaba al tanto que se lesionó y que después no fue inscrito por el América? Todo da para pensar que nunca supo.
Insiste en Nicolás Fernández, suplente absoluto en la U. Y llamó a Lucas Assadi, quien pese a su enorme talento, ha pasado este semestre más en las tribunas que en la cancha. Ahí se cae su argumento de llamar a quienes no rinden en sus clubes, pero sí en el equipo nacional. Ninguno de los dos ha tenido alguna cuota de protagonismo o ha hecho un buen partido en la Roja.
No llamó a un centrodelantero y dijo que las ausencias de Fernando Zampedri y Eduardo Vargas tenían que ver con la edad. “Hay que enfocarse en cuál es el futuro ‘9 de Chile y esa es una interrogante, así que es algo que me inquieta”, dijo para explicar su decisión.
Claro, es un tema que lo ‘inquieta’, pero puso por el centro del ataque a Alexis Sánchez, que no es especialista y que tiene 36 años. Además, plantea que hay que enfocarse en la búsqueda de un ‘9 joven, pero no ha sido capaz de llamar ni probar a ninguno. Esa es parte primordial de su pega. Pero volvemos a lo mismo... Si no va a los estadios, ¿quién podría llamarle la atención? La pereza siempre puede más.