La realidad paralela de ‘Chelo’ Díaz
“Quizás, en esta etapa, Marcelo Díaz debería ayudar a la U en otro lado, porque lo que se ve es que ya no puede ser el motor que supo ser en sus mejores tiempos”.


Dentro de las múltiples frases que se dicen en el fútbol, una de las más repetidas es “dejar la vida por la camiseta”. Marcelo Díaz ha sido uno de esos protagonistas que la ha utilizado, y si bien se entiende que no es literal, tampoco es que esté cercano al origen del concepto.
Yo creería que “dejar la vida por la camiseta” sería pelear un balón aéreo con un delantero rival para que no gire tan fácil y, si no es así, molestarlo en la descarga del balón y no alejarse, como pasó en el gol de Igor Jesús que eliminó a la U en Río, por ejemplo. Eso debería ser lo mínimo que se le debería exigir a un jugador que ocupa la posición de volante central.
También puedo pensar que sería barrerse para quitar cuando el partido pide eso, pero puedo entenderlo si es que físicamente el cuerpo no responde. Y a la vista está que es lo que ocurre con el capitán de la U. Y es momento de que él se dé cuenta.
Quizás, en esta etapa, Marcelo Díaz debería replantearse esa frase y ayudar a la U en otro lado, porque lo que se ve es que ya no puede ser el motor que supo ser en sus mejores tiempos. Hoy Charles Aránguiz, con 36 años, tiene que correr por los dos, y tarde o temprano, con la triple competencia que tiene el equipo, terminará pasando la cuenta.
No es casualidad que el peor partido del año de la U haya sido con Estudiantes, cuando Aránguiz no estuvo. Díaz quedó expuesto sin su mejor socio y teniendo al lado a Gonzalo Montes, que fue como jugar con uno menos. Y en el retroceso, el ‘21’ demostró que el ritmo internacional le está pasando por arriba. Con Botafogo, pasó lo mismo y eso que Aránguiz estaba en la cancha. Impreciso en los pases -lo que siempre fue su mejor virtud- y lentísimo cuando había que intentar relevar en los contragolpes que comandó el infernal Igor Jesús.
Es innegable que ‘Carepato’ es hincha fanático del club, pero con eso no alcanza. Es deporte de alto rendimiento y no fútbol homenaje. El volante siempre estará presente en la memoria de los hinchas porque fue parte de la mayor gesta del club en su historia, pero eso pasó hace 14 años, y lo que lamentan los fanáticos azules ahora es que la U no pudo meterse en octavos de final de la Libertadores 2025.
Quiero creer que él también lo sabe y que “dejará la vida por la camiseta” fuera de la cancha, porque adentro, su tiempo glorioso ya pasó, y es natural que así sea. En la vida todo tiene un final y si la U quiere dar un salto continental, ‘Carepato’ no puede ser la bandera dentro del campo de juego.
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